Las úlceras de decúbito, también conocidas como úlceras de presión o escaras son lesiones de la piel y del tejido que se encuentra debajo. Las úlceras de decúbito suelen aparecer como consecuencia de una presión prolongada sobre la piel. Por lo general, suelen aparecer en zonas de la piel como las de los talones, los tobillos, el coxis y las caderas.
Esta afección se origina debido a una presión, rozamiento o fricción contra la piel los cuales limita el flujo sanguíneo a ella.
Generalmente, las personas que tienen dificultades para moverse y no pueden cambiar de posición con facilidad mientras están en una cama (como las personas que sufren de lesiones de médula espinal), que sufren de pérdida de la capacidad sensorial, o enfermedades como la diabetes u afecciones vasculares, tienen más riesgos de desarrollar úlceras de decúbito.
Entre algunas de las posibles complicaciones que pueden
desarrollarse se encuentran:
Celulitis (una infección de la piel).
Desarrollo de infecciones óseas y articulares.
Heridas crónicas que no se curen y se transformen en
cáncer.
Septicemia (infección de la sangre).
El diagnóstico de las úlceras de decúbito se basa por lo
general en una evaluación de la piel con el fin de determinar la presencia de
las úlceras de decúbito y su gravedad. En algunos casos pueden ser recomendados
exámenes de sangre para conocer el estado de salud general de la persona.
El tratamiento de las úlceras de decúbito comprende:
Por lo general, si la lesión no está abierta puede ser lavada
cuidadosamente con un limpiador suave y secada con pequeños y delicados golpes.
Si la lesión se encuentra abierta se debe limpiar con agua o una solución de
agua salada (solución salina) al cambiar las vendas. Además de esto el mantener
vendada la herida ayuda a evitar infecciones y acelerar el proceso de curación.
Además de esto, otros tratamientos que pueden ayudar son el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y naproxeno sódico (Aleve) para disminuir el dolor, el uso analgésicos tópicos para ayudar con el dolor y cuidado de la herida, seguir una dieta saludable y el uso de medicamentos como antibióticos orales o tópicos para combatir la infección.
Algunas medidas para prevenir las úlceras de decúbito son:
Intentar cambiar de posición con frecuencia para evitar la
tensión sobre la piel.
Mantener una buena higiene de la piel.
Mantener protegida la piel.
Inspeccionar diariamente el estado de la piel.
No fumar.
Beber líquidos.
Mantener una buena alimentación.
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